¿Cómo cuido las almohadillas de mi perro?
Sí, las almohadillas de nuestros perros son rugosas y secas de por sí, y al final es su textura natural pero también sufren, también pueden tener heriditas y se agrietan con el frío, el calor excesivo o después de caminar por terrenos complicados. Por eso, debemos cuidarlas bien y ayudarles a mantenerlas protegidas y a que regeneren en el caso de que ya se hayan dañado.
Frío y calor
Tanto si hace frío como si hace calor, las almohadillas de nuestros peludos se pueden ver afectadas. Cuando nieva, por ejemplo, es un momento difícil para ellos y sus patitas se pueden ver resentidas. Se secarán más de la cuenta y se pueden agrietar e incluso hacer heriditas.
En verano, con altas temperaturas, puede pasarnos algo similar, o bien por ir por asfalto demasiado caliente o por la propia sequedad del ambiente si salimos de excursión al campo
Además, es importante que las mantengamos hidratadas cuando vamos de ruta por el campo y, sobre todo, si son terrenos pedregosos, áridos y con rocas o piedras.
Podemos hidratarlas antes y también después de los paseos, o simplemente una vez al día o cada ciertos días, para mantenerlas protegidas.
Bálsamos naturales para almohadillas
En Tres Trufas podéis encontrar varios tipos de bálsamos para cuidar las almohadillas de nuestros perros. Todos son naturales y sirven para proteger, hidratar y regenerar.
Por ejemplo, tenemos algunos formatos muy fáciles de usar, en formato tarrito. Es como una vaselina y podemos aplicarlo con cuidado en sus almohadillas, aprovechando que estén tumbados o relajados para que penetre bien y hagan el efecto deseado. El bálsamo de Jabones Alonso de la Torre o el de Always Your Friend son en este formato. Este último tiene propiedades calmantes y antisépticas y el primero es muy nutritivo.
Además, el bálsamo de Doxel tiene ingredientes ecológicos y es muy hidratante para ellos. Por su parte, el de Aran – Ya es genial para regenerar la piel dañada y además alivia picores.
También hay otros formatos como el de Bopp Soul, tipo stick, que es muy cómodo para perros que sean muy activos y nos cueste que se queden quietos un poquito. Hidrata y regenera en profundidad.
Para finalizar, podéis elegir el Curtivet, que viene en formato spray, también un formato mucho más cómodo para perros que no paren quietos. Crea una película protectora en las almohadillas y es muy hidratante. Y el formato de PSH, en crema pero con un sencillo dosificador, es ideal para regenerar y proteger. Tiene un alto poder bactericidad y cicatrizante.
Acción y continuidad
Lo ideal es echarlo a modo preventivo. Por ejemplo, cada dos o tres días, o incluso a diario. Podemos alternar varios productos y también es una buena opción usarlo solo en ocasiones puntuales.
¿Cuáles son esas ocasiones? Como hemos comentado antes, recomendamos usar antes de un paseo por la nieve, de una ruta por la montaña o zonas áridas y pedregosas y antes de un paseo por el asfalto en pleno verano. Recordemos que no debemos hacerlo en las horas de más calor, claro. Pero el asfalto aguanta mucho el calor, incluso cuando ya es de noche. Por eso hay que proteger las almohadillas y cuidarlas más en esta época.
Además, al volver de estas excursiones y paseos, o antes de acostarse, sería una buena opción para mantenerlas a punto.
Entonces, ¿Cuál elijo?
¡No hay un bálsamo o loción mejor que otra! Cada una de ellas, tiene sus propias propiedades, con ingredientes naturales que las hacen únicas. Todas ellas hidratan en profundidad y nutren bien las almohadillas, otras, además, tienen mayor poder regenerante cuando ya hay heriditas o grietas. Pero, en general, no podemos decantarnos por una.
Podéis probar varias, quedaros con la que más os guste por su formato en tarrito, stick o spray... O bien por el olor o resultados. Ya sabéis que cada perro es un mundo. ¡Tenéis muchas opciones y todas son un 10 para las almohadillas de nuestros peludos!